El ejercicio físico, tal y como han constatado infinidad de estudios, es bueno para la salud.
De hecho, la práctica de ejercicio físico no solo tiene beneficios sobre un sinfín de enfermedades como las cardiovasculares, la obesidad y la diabetes, sino que también previene la enfermedad de Alzheimer. Y para ello no se requiere la práctica un ejercicio físico intenso.
Así lo muestra un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.) y publicado en la revista «Journal of Alzheimer’s Disease», en el que se observa que dar paseos caminar, bailar o practicar jardinería puede ser suficiente para reducir en hasta un 50% el riesgo de desarrollar alzhéimer.