Cuidado de personas con discapacidad
Las personas con discapacidad física se merecen una atención completa y con una dedicación constante. Cuidar un discapacitado es un trabajo que comporta un esfuerzo físico y mental para el cuidador, algo para lo que están preparados los profesionales de SEPES.
Nuestras cuidadoras y cuidadores han recibido formación específica sobre la atención y el trato a personas con discapacidad, conociendo así cómo realizar las movilizaciones necesarias, además de afrontar los retos con una actitud positiva y empática hacia el paciente.
Cuidado de personas discapacitadas en el domicilio
Una discapacidad puede ser consecuencia de una enfermedad o un accidente, pudiendo evolucionar (normalmente a peor) con el paso del tiempo. Conocer cuál es el estado médico del paciente nos permitirá ajustar nuestros cuidados para que sean los adecuados.
Es importante que el paciente realice el tratamiento que se haya indicado y que además acuda a las visitas médicas de control, terapia y/o rehabilitación.
Las cuidadoras a domicilio de SEPES se encargarán de que la persona tenga unas rutinas establecidas que proporcionen estabilidad a la persona discapacitada.
Contamos con una gran experiencia en el cuidado de personas con discapacidad, sabemos cómo ayudar en el día a día a una persona con movilidad reducida.
Empresa de cuidados domiciliarios a discapacitados
Para el cuidado de pacientes discapacitados a domicilio Sepes proporciona profesionales que pueden encargarse del cuidado de su familiar durante las horas necesarias, encargándose también del acompañamiento y la asistencia en los desplazamientos a las consultas médicas y/o de fisioterapia.
Consúltenos, podemos ofrecerle un/a cuidador/a durante las horas necesarias o cuidados 24 horas.
Rellene este formulario de contacto con Sepes, le llamaremos para informarle con más detalle. A continuación comenzaremos el proceso:
- Valoración sociosanitaria de la persona
- Búsqueda de los cuidadores más adecuados para su familiar
- Presentación de candidatos a la familia y elección
- Comienzo del servicio de cuidado de la persona con discapacidad
Cuando hablamos de discapacidad, nos referimos a que la persona tiene unas limitaciones que le afectan y que le impiden realizar una vida normal y autosuficiente.
Hay varios tipos de discapacidades: discapacidad física, discapacidad mental y discapacidad sensorial.
Los cuidadores/as de SEPES están preparados para afrontar cualquier tipo de discapacidad y ayudar a la persona, siendo su soporte a diario y permitiéndole afrontar los retos diarios que se le plantean.
Cada tipo de discapacidad requiere de unos cuidados específicos, la atención a una persona con una discapacidad sensorial (ceguera, sordera..) no es igual a la atención de una persona con una discapacidad mental (alzheimer, por ejemplo) o a la atención a una persona con discapacidad física.
Nuestro personal de cuidado a domicilio tiene experiencia en el cuidado diario del paciente discapacitado, la valoración sociosanitaria de la persona nos proporcionará la información suficiente para buscar los cuidadores con aptitudes y formación adecuadas para cuidar de su familiar.
Tratamiento y medicación en personas con discapacidad
-
Depende de cada caso en particular, pero es frecuente que las personas con discapacidad sufran de alguna enfermedad que causó el trastorno o bien que está asociada.
Nos encargamos de que el paciente tenga unas rutinas estables en su día a día y controlamos que toma correctamente la medicación que se le ha prescrito.
El tratamiento en la discapacidad viene indicado (los ejercicios físicos) por el psicoterapeuta. Según el grado de discapacidad física existente, se indicarán unos u otros ejercicios. Nosotros/as procuraremos que el paciente los realice y le prestaremos apoyo en caso que sea necesario.
Los ejercicios pueden ser de diversas maneras: paseos en el exterior o interior del hogar para aquellas personas con movilidad reducida y capacidad para ello, ejercicios de tronco y extremidades superiores para personas en silla de ruedas, ejercicios de la mitad superior del cuerpo en personas postradas temporal o permanentemente en cama... Los/las cuidadoras profesionales de SEPES seguirán la rutina indicada por los médicos y fisioterapeutas que realizan el seguimiento del paciente.
Cuidado emocional en pacientes con discapacidad
Un cuidador de una persona con discapacidad debe procurar prestarle ayuda en el terreno físico, allí donde el paciente no es capaz de realizar las cosas por sí mismo, pero también es muy importante el apoyo emocional.
Para que un cuidador en el hogar pueda realizar su faena de una manera óptima, es adecuado que establezca vínculos de confianza con la persona a cuidar. Nuestras cuidadoras acompañarán emocionalmente al paciente, en la medida de lo posible, ofreciéndole conversación, realizando actividades con él/ella, acompañándolo en todo momento que sea necesario.
Que el paciente se sienta comprendido es importante para su autoestima y su bienestar. Un cuidador profesional debe ser amable, pero también empático y comprender lo duras que pueden resultar muchas situaciones para el paciente.
Alimentación y cuidado personal
Una alimentación sana y equilibrada es importante para todas las personas, independientemente de la edad y los problemas de salud.
En el caso de sufrir una discapacidad, una buena alimentación sana y equilibrada ayudará a que la persona discapacitada no sufra consecuencias negativas fruto del sobrepeso o de una alimentación descompensada.
El sedentarismo es un problema para la salud y puede acarrear consecuencias graves, especialmente cuando la persona tiene una movilidad reducida. Nuestras cuidadoras se encargarán de que la persona realice las actividades deportivas que le han propuesto médicos y/o fisioterapeuta, teniendo en cuenta las capacidades del paciente.
Hay elementos físicos del hogar que una vez adaptados, pueden pasar de convertirse en un obstáculo a convertirse en un elemento facilitador de la actividad de la persona discapacitada. Por ejemplo, en personas postradas en una cama, el disponer de una cama regulable o articulada eléctricamente, facilitará la realización de ejercicios del paciente y también hará más fácil su atención (erguido para comer o ver la tele, tumbado para el aseo personal…).
La instalación de rampas en los cambios de nivel del suelo, agarraderas en baño y ducha, puertas amplias…son elementos que facilitan la autonomía del paciente y el trabajo de las personas que le cuidan.
Por otro lado, nuestros cuidadores procurarán que la persona con discapacidad estén a gusto con su aspecto físico, ayudándolas en su higiene diaria, a arreglarse y a vestirse. Estas rutinas se establecen aunque la persona no pueda o no vaya a salir de casa, para que esté a gusto consigo misma y no se sienta desarreglada.
Tareas de cuidado del hogar
Un entorno vital ordenado y aseado aporta bienestar mental, higiene y facilita el trabajo del cuidador de una persona con discapacidad.
Nuestras/os cuidadoras se pueden encargar de tareas básicas del hogar (cocinar, lavar ropa, lavar los platos, barrer…) para mantener el hogar tal y como lo tendrían los pacientes si pudieran hacerlo.